En medio de protestas, Bolivia pide auditoría electoral a la OEA

El Gobierno de Bolivia pidió el martes a la Organización de Estados Americanos (OEA) realizar una auditoría del conteo definitivo, después de que los resultados preliminares de la elección del domingo originaron reclamos tras mostrar una victoria en primera ronda del mandatario Evo Morales.

El observador de la OEA había expresado su preocupación después de que el primer conteo de votos de la junta electoral se detuvo abruptamente el domingo, cuando Evo Morales parecía dirigirse a una segunda vuelta con su principal rival, Carlos Mesa. 

Cuando el conteo se reanudó un día después en medio de una protesta, Morales había obtenido suficiente ventaja para ganar directamente en la primera ronda, un cambio que según la OEA «modificó drásticamente el destino de las elecciones» y perjudicó la confianza en el proceso.

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Carlos Mesa

El opositor Carlos Mesa llamó a las movilizaciones por supuesto fraude.

Foto:

Ueslei Marcelino. Reuters

El conteo de votos, con más del 80% de las boletas escrutadas, mostraba a Morales con un 44% y Mesa con el 40%. El ganador necesita más del 50% o 40% más una ventaja de 10 puntos porcentuales para evitar una segunda vuelta el 15 de diciembre. «Cualquiera que sea el resultado, nosotros, como gobierno, lo vamos a aceptar», dijo Pary en una conferencia de prensa. «La transparencia es importante».

Los comentarios marcaron un tono mucho más suave que el discurso de Morales después de las elecciones del domingo, cuando dijo que estaba seguro de que los votos pendientes de las zonas rurales le darían una victoria absoluta, pese a que el conteo rápido mostraba que una segunda vuelta era probable.

Mesa, que celebró el domingo una victoria en primera vuelta, dijo un día después que no reconocía los resultados actualizados que mostraban a Morales ganando directamente. No estaba claro si la oferta de una auditoría sería suficiente para detener las protestas que continuaron por segundo día en La Paz, después de una noche de disturbios y escaramuzas entre los votantes y la policía. Antes del anuncio, un miembro de la campaña de Mesa, Cecilia Requena, dijo que la oposición quería una auditoría por parte de la OEA. 

Manifestantes Bolivia

Dentro de las manifestaciones, participó un grupo numeroso de trabajadores de la salud.

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Ueslei Marcelino. Reuters

Las protestas

El martes, el centro de La Paz y las carreteras cercanas a los mercados estaban obstruidas por personas que cargaban alimentos mientras se formaban largas filas en algunas estaciones de servicio, en medio del temor a que persistan los disturbios o haya un toque de queda. Videos transmitidos en las redes sociales y en la televisión local mostraban enfrentamientos entre la policía y jóvenes enmascarados en medio del humo del gas lacrimógeno. 

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Los disturbios marcaron un golpe para el país que tuvo un largo período de estabilidad política bajo la presidencia de Morales, el primer presidente indígena deBolivia y el líder permanente más antiguo de América del Sur. El izquierdista Morales recordó a los bolivianos por Twitter las altas tasas de pobreza que tenía el país en la década de 1990 bajo un gobierno de derecha.

Un grupo político afiliado a Morales, Conalcam, criticó los disturbios como parte de un golpe de estado orquestado por la oposición de derecha y pidió a los partidarios que defiendan la «victoria» de Morales con contraprotestas pacíficas. El ministro del interior, Carlos Romero, advirtió a Mesa y a sus seguidores que no avivaran la violencia. «Si alguien va demasiado lejos y no mide las consecuencias, es su responsabilidad», dijo Romero.

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